Nos conocimos en la preparatoria y nos perdimos la pista por muchos años. Una pandemia, una ida a China frustrada y demasiadas horas en instagram nos trajeron de vuelta. Nuestras primeras citas fueron clases en línea de política y economía. La primera vez que nos vimos, con tapabocas.
Desde entonces, nos ha tocado de todo, viajar, estudiar y hasta despedir a personas muy queridas.
Aunque por tres años nos ha separado un oceano, 8,778 km y de 6 a 7 hrs de diferencia horaria, hemos podido construir un equipo muy bonito, con familia y amigos en todas partes del mundo que se unen a nuestro proyecto de vida. Debemos tambien un especial agradecimiento a Monica y Ludwig quienes han sido nuestros más grandes patrocinadores de relación a distancia.
Ahora, como último acto de un noviazgo tan bonito como accidentado y como prólogo de un matrimonio aventurero, los invitamos con mucho cariño a acompañarnos en esta ceremonia y fiesta, que marca una nueva etapa en nuestras vidas.